En fin de año me fui a León porque tenía ganas de pasar esas fechas en otra ciudad, lejos de casa. El primer bar al que fuimos a comer era de todo menos aseado. La barra estaba llena de copas de cerveza a medio beber, llenas de platos con migas de las tapas que te sirven con la consumición y de platos con la comida aún por tocar. La decoración no tenía ninguna coherencia: un azul pastel con decoraciones más cercanas a cuadros con mariposas coloridas y frases de "only good vibes" mezclado con una barra de bar típico español con vitrinas con marcos de aluminio. La tele estaba encendida, pero la señal de la TDT no funcionaba bien, por lo que solamente se veían píxeles y el audio entrecortado. Detrás de nosotros había una mesa llena de vasos y platos de los anteriores clientes que nadie recogió durante el rato que estuvimos allí. Pero, dentro de todo ese caos estético y organizativo, había una estufa de gas. Me sorprendió que esa fuese la única fuente de calefacción del bar y al...
Ayer fue mi cumpleaños. Cumplí 29, y ¿adivina qué? No sé qué hacer con mi vida. Estoy más perdida que nunca. El año pasado pensaba que para cuando cumpliese 29 ya estaría mejor, tendría trabajo, que por fin habría podido dar el paso y estaría más cerca de cumplir uno de mis sueños en la vida. Pero lo cierto es que estoy triste, desempleada desde hace más de un año y más lejos de poder irme donde quiero. No voy a decir lo típico de “de pequeña pensaba que a los 30 ya tendría trabajo, casa y demás porque no es así, y tampoco es mi plan, pero lo que sí es cierto es que hace un año sí creía que ya por fin mi vida empezaba. Pero no fue así. Este último año ha sido duro, sobre todo por el hecho de haber tenido que volver al lugar a donde creía que no iba a volver más que en contadas ocasiones. En mayo tuve que volver a vivir a mi pueblo y es algo que aún no he podido asimilar. Lo tomé como una derrota, sentí que volvía atrás y todos los avances que había hecho en mi vida no habían valido par...
Lo único que persiste en tu campo de visión es el miedo y (el puente de) tu nariz. Y mientras creces, aprendes a no prestarle atención, pero dicen que sigue creciendo. Miedo del pasado y del dolor que le acompaña. El futuro llega muy rápido, y no tienes ningún plan. En una época en la que te deshaces de cosas que solías amar, hay cosas que se deben abandonar. Promete algo, y luego no lo cumplas. Empieza una buena racha y luego rómpela. Y cuando oscuridad se apodere de tu alma, Sigue adelante. Luego, antes de que te des cuenta, pierdes a gente cercana y te esfuerzas para tener que gestionarlo. Descubriste la capacidad que tienes para el amor y la tragedia, asumiendo que las cosas siempre cambian. Te has encontrado ya muchas veces con ese dolor, y ahora estás menos preocupada si no hay nada planeado. Durante aquella época oscura, aprendiste cuáles eran tus límites. Los años pasan y la confianza crece. Y empiezas a darte cuenta de que tus ojos se acostumbran a la oscuridad. Pero cuan...
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