Practicando
Ayer y hoy he dedicado un buen rato de la mañana a dibujar en lo que he denominado mi sketchbook, pero que no empezó siéndolo. Me la compré en la Fnac de San Sebastián, allá por el 2021 y no lo empece a usar como tal hasta hace un tiempo. Primero, lo usé para hacer un ejercicio que me mandó hacer la psicóloga en el que tenía que escribir qué cosas dependían de mí y cuáles no. Ese y el de escribir tres cosas por las que estés agradecida antes de ir a la cama son ejercicios típicos de terapia. Creo, no sé. Tampoco soy terapeuta.
Pero yo no venía a hablar de esto, que me entretengo en detalles que no tienen importancia para lo que quiero decir.
Que decía que ayer y hoy he dibujado en la libreta y con la página de ayer estoy medio contenta porque recuperé en mi memoria una de mis canciones favoritas de la vida entera: L. Wells, de Franz Ferdinand. Hice algunos dibujos inspirada en la chica que aparece en el videoclip. Rellené los huecos con versos de la canción. En blanco y negro la página, con bloques de negro para algunos elementos. Me está gustando hacerlo así y cómo queda.
Sin embargo, hoy he querido dibujar algo relacionado con la serie Ripley, que me acordé de ella el otro día porque, al terminar Los crímenes de Haparanda, me puse a buscar dónde había visto a la actriz que hace de Kat y vi que salía también en Ripley, así que la tenía reciente en mi mente. Pero, por desgracia, en este caso, no he quedado tan contenta como en la anterior.
He empezado bien, ubicando los elementos en el sitio, pero a la hora de hacer la cara había algo que no me convencía y no sabía el qué. Cuando ya lo he repasado y he intentado ponerle sombras duras con un rotulador gris, me he dado cuenta de lo lejos que estaba la aleta de la nariz del ojo, por lo que la cara no tenía nada que ver con Andrew Scott. Tampoco pretendía que fuese igual, era un boceto rápido para practicar, pero me he venido abajo porque ya ni siquiera copiar sé.
Creo que puede ser porque tener la pantalla tan alta, lejos, de la hoja, hace que no me acuerde tan bien de las medidas de referencia de aquello que estoy dibujando.
Últimamente pienso que no valgo para esto. Pienso que en realidad no sé dibujar y que no voy a poder salirme con la mía en esto de ser ilustradora. Bueno, lo cierto es que esa tristeza se expande a todos los demás ámbitos. Sé que debería moverme, contactar, hacer algo y no quedarme tan parada encerrada en casa. Pero, ¿qué se hace cuando te sientes bloqueada por todo tu entorno?
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