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Mostrando entradas de enero, 2013

Postconvencional.

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A lo largo de nuestra vida, escuchamos muchas veces eso de "sé tú mismo/a" o "qué más da lo que digan los demás", pero poca gente lo acaba cumpliendo. La gran mayoría termina renunciando a sus principios sólo por ser aceptada en su entorno. Y no digo que eso sea malo, es normal que se quiera ser aceptado, pero siempre sin renunciar a lo que eres.  En las típicas películas americanas (comedias románticas principalmente) siempre se le dice a la chica que tiene que ser ella misma, que así conseguirá al chico que quiere... Bla, bla, bla. Y por supuesto, termina estando junto a él, siendo felices y comiendo perdices. Eso sólo pasa en las películas. En la vida real siempre se tiende a aparentar lo que no se es: las chicas se maquillan, se ponen tacones, visten (la mayoría) provocativamente y ¿para qué? para salir un sábado por la noche, para que se fijen en ellas, para ser aceptadas por la gente que ve en su día a día, y un largo etcétera. Esto es ser una persona conven

A great power becomes a great responsability.

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"Peter, sé que las cosas se te han complicado últimamente, y lo siento mucho. Pero creo que sé cómo te sientes. Desde que eras como un chiquillo has vivido con muchos asuntos sin resolver y ¡eh!, acepta los consejos de un anciano: estos asuntos nos llevan por un camino, nos hacen ser quienes somos y si alguien está destinado a hacer algo grande, ese eres tú, hijo. Le debes tus dones al mundo, sólo tienes que averiguar cómo usarlos y saber que allá donde te lleven, saber que nosotros siempre estaremos contigo. Así que ven a casa Peter, eres mi héroe. Y te quiero".

Más humanos que los humanos.

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Roy: "Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad? Eso es lo que significa ser esclavo. Yo he visto cosas que vosotros no creeríais; atacar naves más allá de Orión, he visto rayos D brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhausen... Todos estos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir". Deckard: "No sé por qué me salvó la vida. Quizás, en estos últimos momentos, amaba la vida más de lo que la había amado nunca. No sólo su vida; la vida de todos, mi vida. Todo lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos: de dónde vengo, adónde voy, cuánto tiempo me queda. Todo lo que yo podía hacer era sentarme allí y verle morir".