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Come on over here.

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Eleanor, torna a posar-te les botes, colpeja els tacons pel sòl de Brooklyn, sé que no és digne córrer,  però si corres,  pots anar fins a la montanya russa de Coney Island, passejar pel punt més alt i saltar a través de la fastigosa aigua, salta fins que la corrent del golf se t'enduga. Jo podria estar allí quan aterres. Així que Eleanor, diririgeix-te cap a Green Point, gira cap al sol ocult, saps que sembles molt elegant quan corres. Si corres, pots córrer cap aquella estàtua amb el diccionari, escalar fins la seua ungla i botar, sí,  donar un salt atmosfèric, saltar i deixar que les corrents aèries t'assenten. Jo podria estar allí quan aterres. Així que Eleanor, posa't les botes, posa't les botes i corre, corre, Vine cap ací.

HMK.

- Hi ha més estrelles, ara - va dir Hilde. - Sí, ara és el moment més fosc de la nit d'estiu. - Però brillen més a l'hivern. Recordes la nit abans de deixar el Líban? Era el dia d'Any Nou.  - Va ser quan vaig decidir escriure't un llibre de filosofia. Vaig anar a una llibreria important de Kristiansand i també a la biblioteca municipal, però no n'hi havia cap que estigués pensat per als joves. - És com si estiguéssim asseguts en una punta d'un dels finíssims pèls de la pell blanca del conill. - Em pregunto si hi ha algú en aquesta nit d'anys llum. - La barca de rems s'ha deslligat! - És veritat. - No ho entenc. Abans que vinguessis, he anat a comprovar que estigués ben lligada. - De veritat? - Em recorda Sofia, quan va agafar la barca d'Alberto. Te'n recordes que la va deixar a la deriva? - Potser ella ens ha fet companyia. - Fes broma, si vols, però porto tota la nit sentint que hi ha algú per aquí. - Un dels dos ha d

Fanny Sachs.

"Fanny me cogió la mano de nuevo y, en lugar de intentar disuadirla, respondí con una débil y azorada sonrisa. Ella debió de interpretarlo como una capitulación, porque en un momento después se levantó de su silla y dio la vuelta a la mesa para acercarse a mí. Le abrí los brazos y sin decir una palabra ella se acurrucó en mi regazo, plantó sus caderas firmemente sobre mis muslos y me cogió la cara entre sus manos. Empezamos a besarnos, las bocas abiertas, las lenguas agitándose, babeándonos las barbillas, empezamos a besarnos como un par de adolescentes en el asiento trasero de un coche".

Sunday morning, rain is falling.

Los domingos. Qué puedo decir de los domingos... Pues que son una mierda. Así de claro. Son una mierda porque inducen a la melancolía, a estar triste, a echar de menos las cosas que has hecho el fin de semana, aunque tan solo hayan pasado unas horas desde que terminó el sábado.  Los domingos me dan para pensar, más aún. Llego a cuestionarme mi vida y he llegado a pensar que nadie está orgulloso/a de mí y que por tanto, no sé qué hago aquí. Pensar está bien, sí, es algo que te demuestra que existes, pero cuando empiezas a hacerte daño a ti mismo/a al hacerlo, ya no es bueno. Los domingos son la víspera de una nueva semana que empieza. Estás de fin de semana aún y al mismo tiempo, te parece muy lejos. Lo ideal sería pasar la tarde del domingo en compañía, con alguien especial, tumbados en la cama durmiendo o haciendo nada. No digo que solo no se esté bien, me he pasado parte de mi vida sola, pero siempre está bien hacer el vago en compañía. Quien dice "el vago" dice "

Right thoughts, right words, right action.

Hay personas que aparecen en tu vida por casualidad, casi como por arte de magia, y sin saberlo, acaban ocupando un lugar muy importante en tu corazón. En el momento en el que conoces a ese alguien lo ves como un amigo más, que no tendrá relevancia sobre la gente de tus alrededores o incluso que llegará a ser solamente un conocido. Pero a medida que van pasando los días, hablas con él, ves que tiene interés en ti, que se preocupa... Ves que está pasando de ser un conocido más, a ser claramente un amigo, y además, un amigo bastante especial. Habláis, quedáis, os reís, tenéis gustos muy parecidos y eso os va uniendo cada vez más. Alguna vez puede que imagines situaciones mundanas junto a él e incluso cómo sería si llegaseis a estar juntos como pareja, pero nada más allá de la imaginación.  Pasan los meses y ahí seguís, contándoos vuestras cosas, por más tontas que sean hasta que, después de un año de conoceros, con sus altibajos en la relación a lo largo de ese tiempo, acaba ocurrie

Vaga, maldita vaga.

Que soy una vaga es algo que no es de hoy, no es nada nuevo. Toda la gente que me conoce, lo sabe. Es algo que sí, puede ser gracioso en ciertas ocasiones, pero me está empezando a pasar factura en temas más importantes como es el del estudio.  Este es mi segundo año de carrera y mis notas van decayendo ya con respecto a mi época de instituto. Si esto sigue así, no me quiero ni imaginar qué notas sacaré al final del grado. Y es que yo siempre he sido de las que sacaban buenas notas sin hacer casi ningún esfuerzo, pero esto ahora ya no me vale. Estoy en la universidad y parece que aún no me doy cuenta de que eso requiere un mayor esfuerzo respecto a los años anteriores. Pero no, yo sigo en mis trece de estudiármelo todo los días previos al examen. Y así me va.  Tengo fuerza de voluntad para algunas cosas, pero soy incapaz de ponerme frente a los apuntes en vacaciones. Y es que, desde que "soy universitaria", las Navidades no existen para mí, con lo que a mí me gustan.